Cerro Negro, con casi 130 años de trayectoria en el mercado de porcellanatos y cerámicas, decidió dar un paso clave en su comunicación. Durante décadas, la marca habló desde sus productos, pero el desafío era claro: acercarse al consumidor final y generar una relación más cercana, humana y auténtica.
Del producto a la persona
Cuando Interactivity comenzó a trabajar con la marca, la premisa fue simple pero poderosa: poner al consumidor en el centro. La decisión de compra no pasa solo por la calidad del producto, sino también por cómo se siente la persona con la marca.
Formatos que generan impacto
La estrategia se volcó hacia los contenidos que mejor funcionan en el mundo digital: reels, stories y carruseles de Instagram. Para esto, se redefinieron las líneas de contenido y se ajustó el diseño de cada pieza con un objetivo: que la marca hable el mismo idioma que sus audiencias.
El resultado: métricas que hablan por sí solas
El objetivo era ambicioso: mejorar la calidad de las conversaciones y lograr que los profesionales del rubro eligieran a Cerro Negro como referencia. Y se logró, alcanzando resultados sobresalientes.
Un vínculo que trasciende
Más allá de los números, lo valioso de este caso es cómo una marca histórica logró adaptarse a las nuevas expectativas del consumidor. Al priorizar la cercanía, la inspiración y la complicidad, Cerro Negro consiguió construir confianza y afinidad con su comunidad digital.
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