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El CEO de Eve, Konstantinos Karatsevidis, supervisó personalmente el ensamblado de todas las laptop-tablets que tienen por nombre “V” junto con su equipo, en China. Con el molde de la Microsoft Surface,  Eve funciona con un sistema de crowd development, lo que significa que una comunidad de usuarios y fans crearon el producto, exactamente como lo imaginaron.

Los miembros del foro de eve eligieron la mayoría de los specs, el form factor e incluso el nombre del equipo. El desarrollo de producto fue un experimento de crowd-sourcing, en el que los usuarios diseñaron su equipo ideal y Eve decidió construirlo. Todos los usuarios, y algunos de los gigantes de la industria, están observando si Eve puede convertir las opiniones de miles de usuarios en un buen producto.

El griego-ucraniano de 23 años inició Eve-Tech Oy en 2012 junto con Mikko Malhonen, con una tablet llamada T1, pensada para ser mejor que el iPad, o mas barata. En un primer momento, los socios buscaron en Alibaba tablets que pudieran retocar o personalizar para vender; pero querían más flexibilidad y control de su producto, por lo que fueron directamente a China a descubrir cómo se construye una tablet.

Gracias al conocimiento de Karatsevidis en manufactura, encontraron a un fabricante de electrónicos en una feria en Shenzhen con un diseño listo para ser fabricado. Hicieron un par de cambios y empezaron a vender la T1 por US$159 a finales de 2014.

 

Sin embargo, para Karatsevidis el trabajo estaba lejos de terminar: todos tenían ideas para hacer la T1 aun mejor. Encontraba sugerencias en comentarios, foros y feedback de clientes, de forma que decidió sumergirse y hacer una lista de todas las sugerencias antes de empezar a trabajar en el siguiente producto. Junto con Malhonen, el proyecto sería algo mucho más ambicioso, de cero, más que retoques y brandeado. Sabían que requeriría más recursos, más proveedores y mucho más trabajo.
Los fundadores de Eve se dirigieron a Microsoft Finlandia y pidieron ayuda para conocer el proceso. Microsoft los redirigió a la Feria de Electrónica de Hong Kong, una reunión masiva realizada una vez al año con proveedores, distribuidores y fabricantes. Es ahí donde Karatsevidis conoció a un ejecutivo de Intel (no identificado) que es ahora un mentor de la compañía y que los ayudó a hacer conexiones en el mundo de los fabricantes.
Una y otra vez, el nombre de Eve surgía en los crowdsourcings, con inversiones de Microsoft, Intel y el gobierno finlandés. “Lo que les resulta muy interesante es que podemos aprovechar mercados mercantilizados y tener un crecimiento muy rápido allí,” explica Karatsevidis. “Cuando ingresamos con una comunidad, podemos destacar.”

En un principio, la comunidad de Eve consistía en 15 usuarios tempranos de T1 en un grupo de WhatsApp, debatiendo qué clase de producto querían. Pronto, todos estaban de acuerdo. Entre debates y discusiones, el pequeño grupo alcanzaba consensos, por lo que Karatsevidis abrió un foro web donde todos pudieran opinar, sin importar su origen o forma de comportarse. “No teníamos esperanzas de que fuera exitoso.”

El sitio web abrió el 6 de enero de 2016, y muy pronto, los usuarios empezaron a presentarse: estudiantes, profesionales IT, desarrolladores de videojuegos en toda Europa, especialmente en los países nórdicos. La comunidad compartía los últimos avances tecnológicos y celebraba las victorias deportivas, pero se mantenía enfocado en responder a cómo las personas usan sus tablets, y qué buscan en su siguiente equipo.

Cuando el 18 de enero de 2016 Malhonen escribió un post llamado “The Project: ‘Pyramid Flipper’—a PC when you need it, a tablet when you like it,” (“El Proyecto: ‘Invertir la Pirámide’ – una PC cuando la necesitás, una tablet cuando querás”) explicando lo que sería Piramid Flipper: “una PC portable avanzada […] tan delgada y liviana como sea posible” pero tan poderosa como para ser “una estación de creación móvil”; y es justamente lo que Karatsevidis había decidido al voltear la pirámide de cómo se construye la tecnología, poniendo a los usuarios en primer lugar.
Malhonen expuso una lista de posibles specs y escribió la historia de un posible usuario freelance y estudiante, explicando el plan para el equipo…Y lo odiaron. “No es un equipo que me interese” comentó un usuario. Otros empezaron a sugerir características y cambios, llevando la idea de Eve en una dirección en la que creían más. Mientras más comentaban, Kartsevidis y Malhonen comprendían que su comunidad -de unas 50 personas en ese momento- sabía de qué hablaba. Y contra todas las tendencias del internet, eran razonables en sus pensamientos, discusiones y peticiones; por lo que el equipo de Eve decidió que todo sería decidido por la comunidad.

40 personas decidieron que Piramid Flipper sería un equipo 2-en-1, principalmente tablet, con 83% a favor, de acuerdo a una encuesta en el foro. Escogieron los puertos del equipo y su cantidad en debates en el foro. Escogieron procesadores, tamaño de pantalla, e incluso el radio de conexión inalámbrica.

La comunidad ganó disputas con los fundadores de Eve, como el soporte al lápiz digital. Algunos miembros incluso discutían con los miembros de Propeller, una firma de diseño que trabajó con Eve. Jessica Lambert, directora del departamento de negocios de Propeller, fue un miembro clave del proyecto “La comunidad era nuestro pool de data de usuario […] Nos dieron sus reacciones sinceras en todo, lo que querían en una tablet, para qué usarían la tablet”. Mientras que Propeller quería un diseño delgado y limpio, de no más de 8mm, con puertos USB-C, la comunidad quería puertos USB estándar y más batería en vez de un cuerpo delgado.
El Piramid Flipper soñado comparte mucho con la Microsoft Surface, pero con mejor batería, un cuerpo un poco más cargado, más puertos, y un procesador más eficiente.

La emoción llegó a la hora de nombrar el equipo, con una primera encuesta que incluía más de 120 opciones: Panacea, Chimera, Zeus, Stratus, Progenesis, Style, V, Taby McTabFace… Cuatro encuestas más tarde, “V” se había impuesto como nombre.

 

Una vez que se definieron todos los specs y el diseño, Karatsevidis y Malhonen construyeron el primer prototipo de V.  Una vez seguros que funcionaría, iniciaron una campaña en Indiegogo en Noviembre de 2016. “La idea de Indiegogo es que nada de tu dinero se use para desarrollo” explica Kartsevidis. Pagaron por eso con la ayuda de partners y las ganancias restantes del modelo T1.
La campaña fue tan exitosa que alcanzó su meta en 4 minutos, lo que preocupó a los fundadores de Eve. “Nuestro desafío más grande era asegurarnos de que solo las personas que quisieran contribuir se sumarán”, explica Karatsevidis. Al final de la campaña, los fundadores de Eve tenían miles de órdenes, 3000 miembros en su comunidad y US$1.4 millones para gastar. “La buena noticia es que de alguna manera el foro sigue siendo el mismo, pero mejor”, aunque a los fundadores les preocupan los trolls o voces molestas que arruinen la buena onda, las conversaciones se mantienen. Con esa parte resuelta, queda la parte de enviar los equipos de prueba.

En la etapa de validación de diseño y pruebas, fabricaron varias V y las enviaron a miembros de su comunidad, antes de construir miles. Los usuarios identificaron incontables bugs y problemas que los creadores pasaron por alto en las fábricas de China. Hubo problemas por retoques de último momento y un retraso de un mes; pero en primavera de 2017 Karatsevidis informó a la comunidad que estaban listos para fabricar y enviar.
Unas semanas más tarde, Karatsevidis compartió un largo post en el foro de Eve: “Ha sido una semana larga”, antes de detallar los problemas que tenían con el proveedor de pantallas al que habían pedido 15000 pantallas (ya pagas) y todas llegaron con detalles como manchas amarillas, pixeles muertos y sangrados de luz. Este retraso se alargó de primavera a verano, y para sorpresa de todos, los miembros de foro no se molestaron. Más bien, se unieron mucho más ante el inconveniente, llamándose a sí mismos “stakeholders” y hablando de V como un producto hecho en conjunto.

El foro de V es una bitacora de cómo se construye un producto, y todo lo que se necesita para lograrlo. Karatsevidis comparte fotos de las fabricas, fotos de los prototipos en diversas etapas de de ensamblaje, y digresiones acerca de cosas tan simples como lograr que dos materiales distintos sean del mismo color exacto. “Desde el primer retraso, teníamos que tomar una decisión” explica Karatsevidis “Desde ese momento, solo podíamos ser transparentes. Para demostrar eso, hablamos directamente, mostrando que somos iguales a nuestra comunidad, y que queremos un buen producto”. Y los miembros del foro reaccionaron de la mejor manera.
Eve encontró un nuevo proveedor de pantallas, y en octubre ya estaban fabricando en masa para ser enviadas en noviembre.
Después de todos los debates y encuestas, parecería que la V de Eve es ese tipo de equipos que todos construyen pero nadie usa, pero contra todo pronóstico, V ha recibido buenos reviews. “Más allá del marketing rebelde y su complicada historia, la V de Eve es una muy buena computadora”, escribieron en The Verge, dando 8/10 al equipo. Muchos reviewers se preocupan de cómo una compañía tan pequeña maneja el servicio al cliente de cara al futuro, pero están impresionados con los resultados.

Y ya el foro está pensando en el siguiente proceso de Eve. Ya están pensando en una segunda versión de V, con más puertos y poder. ¿Para el siguiente proyecto? Todos tienen una idea con specs específicos, referencias de fabricantes y muestras de diseño; desde una laptop más convencional, una competencia directa al iPad, o un teléfono (la idea más popular hasta la fecha).

Karatsevidis indica que no sabe qué es lo próximo que fabricará, pero quiere que sea diferente, que le permita usar los contactos y cadena de suministros que ya creo. Después de los últimos años, y a pesar de las complicaciones, Karatsevidis brilla con confianza. Incluso podría hacer un auto, según dice. Si, tomaría un tiempo, pero es posible.

Será lo que el internet diga.

 

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