El contexto de la pandemia dejó en claro que la velocidad de respuesta a los desafíos por parte de una organización puede resultar determinante para alcanzar el éxito. Data Science y Big Data se transformaron en puntos claves para tomar decisiones en contexto y momentos difíciles.
El Big Data refiere a todos los datos generados por el uso de muchos dispositivos: teléfonos móviles, tarjetas de crédito, televisores, computadoras y transporte público, entre otros. El flujo de acumulación de estos datos es cada vez mayor y permite que las empresas reconozcan y se anticipen a aquello que buscan y esperan los consumidores de sus productos.
En un ejemplo, Amazon cuenta con los datos de cada navegación, donde incluye compras anteriores, productos valorados, búsquedas, gustos e intereses. Una vez procesados dichos datos y leídos por especialistas, la organización puede mostrar los anuncios que más se acerquen a la curiosidad de cada usuario.
Siempre fue y será importante la toma de decisiones, pero la utilización del Big Data juega a favor de las empresas en cuanto al tiempo de respuestas a los clientes. Resulta importante contar, además, con un sistema de Business Intelligence, que combinado con los datos, permiten crear sistemas ágiles para tomar la decisión final.
Uno de los puntos más relevantes es el diseño de la matriz para analizar los datos recopilados, con la velocidad como eje central de este tipo de análisis: el valor del acceso en tiempo real a los datos.
El Big Data incluye aspectos relacionados a la seguridad, la movilidad, el medio ambiente, la agricultura y las finanzas, entre otros. En el último año, creció en gran medida y más empresas debido a la pandemia, notaron que es una fuente para aumentar la productividad y las ventas. El ROI tomó un lugar fundamental para las organizaciones y a través del Big Data, se puede sacar provecho de los datos acumulados. Las empresas pueden anticiparse al futuro, planificar y mejorar sus resultados.