La mayoría de los consumidores quiere innovación, pero se enfrenta a una realidad frustrante: los productos novedosos no siempre están disponibles. Y cuando lo están, muchas veces el precio hace que queden fuera del carrito. Un reciente estudio analizó cómo se comportan los compradores ante las novedades, sobre todo en tres categorías clave: alimentación, bebidas y cuidado personal. El resultado es claro: 8 de cada 10 personas sienten atracción por lo nuevo, pero eso no siempre se traduce en una compra efectiva.
Innovar sí, pero que esté al alcance
Aunque hay intención de probar productos nuevos, la falta de disponibilidad sigue siendo el principal obstáculo. El informe revela que, en promedio, cada consumidor incorpora dos productos innovadores al año en su rutina. ¿Los motivos? Salud, eficacia, calidad y curiosidad. En cuidado personal, los ingredientes naturales y la facilidad de uso marcan la diferencia. En el caso de la alimentación, lo que más atrae son recetas renovadas y opciones más saludables. Sin embargo, más del 30% asegura que no puede encontrar fácilmente estas propuestas en tiendas o supermercados. Y hay otro dato para tener en cuenta: si el producto no cumple lo que promete desde el primer uso, se abandona. Esto pasa con un 62% de los artículos de cuidado personal. En alimentos, la barrera principal es otra: el precio, que aleja al 69% de quienes quieren innovar.
¿Dónde buscan los consumidores lo nuevo?
Aunque vivimos en un mundo digital, la televisión sigue liderando como canal de influencia, elegida por más del 30% de los compradores. Le siguen de cerca las redes sociales y los formatos digitales. Pero atención: los influencers no terminan de convencer, con solo un 9% de confianza. En cambio, el viejo y confiable boca a boca sigue fuerte: un 45% confía más en lo que recomienda un familiar o amigo. Y las reseñas online también pesan: un 30% las revisa antes de tomar una decisión. Otro dato clave: ver y probar antes de comprar. Un 47% en alimentación y un 44% en cuidado personal prefiere testar el producto en tienda. Además, 4 de cada 10 investigan en internet antes de lanzarse a la compra.
¿Qué hace que un producto sea un éxito?
Para que la innovación funcione, no basta con ser original. Debe ser accesible, útil y coherente con los valores del consumidor. El estudio destaca que la experiencia de uso, el precio y la conexión emocional con la marca son decisivos para generar fidelidad. En definitiva, las marcas deben ofrecer propuestas con propósito. Los consumidores están listos para descubrir, siempre que eso nuevo aporte beneficios reales y una historia que conecte.
¿Qué opinas vos? ¿Te cuesta encontrar productos innovadores que valgan la pena? Dejanos tu comentario y contanos tu experiencia.
