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Hace un par de días escribí desde mi cuenta un tuit con supuesto sentido del humor hablando sobre una descripción técnica de la tableta Google Nexus 7 que destacaba que la cámara de 5MP era ideal para selfies y fiestas bailables. No me voy a poner a analizar si el tuit es bueno o malo porque ya lo sé, no tuvo ni un solo retuit y ni siquiera uno de esos “fav” que se utilizan para decir “si, ok, lo leí”.
Dos días más tarde, cuando ya había perdido toda esperanza de que alguien me conteste, recibí una notificación en mi teléfono: ¡Pamela Zysmilich respondió a tu Tweet!
Estaba esperando un “jajajaj que gracioso, leo todo lo que escribís y me encanta lo que hacés” pero en vez de eso, Pame, me contaba que una amiga había comprado una cámara y unas memorias en un lugar, que estaba chocha y que me “fije”. Además, me copiaba un link reducido con Bitly.

Conversacion con AK

Si hubiera sido un llamado telefónico, le hubiese contestado que no tenía idea de qué me estaba hablando y que se había equivocado de número.
Definitivamente mi tuit no había funcionado y estaba empezando pensar que tampoco se había entendido. ¿Por qué una chica que no conozco, que no sigo y que no me sigue, me hablaba sobre otra amiga, una cámara de fotos y unas memorias?
Mi habilidad para manejar el teléfono me llevó en pocos clics al perfil de Twitter de Pamela, una chica de unos treinta y pico, morocha, con una gran sonrisa y además “Maestra de ciencias naturales. Amante de la cocina. Lectora voraz. Finalizadora de listados alfabéticos”.
Tenía escritos unos setecientos tuits, todos contestando a gente cosas como:

Screen shot 2014-04-23 at 5.47.43 PM

Screen shot 2014-04-23 at 5.47.09 PM

Screen shot 2014-04-23 at 5.46.27 PM

Siempre terminando las frases con el mencionado link. Ese link te lleva siempre a la home de Ribeiro y sus Minicuotas.
Si, Pame nos quiere engañar por Twitter y para que le creamos la única estrategia que se le ocurrió fue que cada diez tuits con recomendaciones desinteresadas, escribir uno como este “La justicia es corporativa y clasista y seguirá siendo igual. No sé cuál es el escándalo”.
Busqué su foto de perfil en Google Images y, para mi sorpresa, la foto no era de Pamela Zysmilich, la maestra en ciencias naturales y lectora voraz. Era de Paula Abarno, una simpática decoradora brasilera.
Además, googlié la frase “La justicia es corporativa y clasista…” y solamente se encontraba en tres perfiles más que también recomendaban videos de productos, blogs de marcas, etc.

Busqueda en Google

Una de las cosas que más me gusta del mundo digital es su franqueza. No hay manera de engañar a mediano plazo. Podés hacer caer a dos, tres o a veinte pero siempre hay alguien que googlea, que se da cuenta y que escribe, tuitea o postea al respecto.
Las ofertas de estadías en el caribe, los “sorteamos un iPhone entre todos los que compartan esto”, los geniales videos prohibidos en HD y las recomendaciones falsas, al poco tiempo son desenmascaradas. Y en definitiva, las que pierden son las marcas. Ribeiro ya no va a ser, para mi, una empresa confiable. Es lógico que así sea ya que me trató de engañar.

Por el tipo de marcas que estos “tuiteros” recomiendan puedo darme cuenta que atrás de todo esto hay una agencia grande. Una agencia que trabaja en digital pero todavía no entiende de digital. Que convence al cliente que es mejor que nos hable de ellos un tercero falso que ellos mismos. Que es mejor tener cien personas inexistentes que una verdadera.
Las marcas, al igual que las personas, tienen una reputación digital y eso vale más que mil visitas a un sitio.
Si lo pensamos de otra manera y desde la cuenta de la marca me hubieran respondido algo como “jajajaja no tenemos tablets con cámaras ideales para fiestas bailables pero tenemos otras que te pueden interesar”, mi sensación hubiera sido muy diferente y seguramente no estaría difundiendo esto.
Además, pensaría que el tuit sí le causó gracia a alguien, que en definitiva es lo único que importa. 😛

Acá les dejo el perfil de nuestra amiga “Pame” y debajo una nopta donde aparece la original “Paula Abarno”.

Perfil de Pamela

 

Paula Aborno

“Descubrimos qué hay detrás de los comentarios buena onda de Twitter” apareció primero en Interactivity

6 Comments

  • Luciano says:

    Cada tanto aparecen en mis mentions usuarios similares. Los vi desde cierta marca de desodorantes, de una marca de jabón para la ropa y, el último caso, una empresa de telefonía.
    Lo curioso es que esa última vez, el perfil incluía todas las marcas mencionadas:
    https://twitter.com/lucianofln/status/454625752520986625

  • Flor says:

    A mi me lo hicieron con QUOM. Yo me quejé de Movistar y una chica me respondió “fijate estos planes de Quom…”, con un link. Me fijé el perfil y eran todos tweets así.

    • Gustavo says:

      Gracias por el aporte, Flor. Fijate si querés dejar en los comentarios de la nota el nombre de usuario de esta cuenta así seguimos sacando caretas 🙂

  • Esteban Migue says:

    Qué buena nota! Gracias por tomarte el trabajo de difundir ésto Ariel.

    Aprovecho para comentar que en fac’ebook pasa exactamente igual. Inmensa cantidad de perfiles falsos con una sola foto, o de ser varias, las consiguen de algún lote de algún blog, (generalmente de chicas bonitas a las cuales les ponen otro nombre). Suelen hacer ésto para obtener información, supongo que para ampliar bases de datos acerca de determinadas personas o símplemente con el propósito de fidelizar cuentas.
    También he descubierto (en face) cuentas de supuestas consultoras con direcciones fantasma que piden currículums para puestos laborales que no son reales.

    Si bien no es difícil darse cuenta para uno que tiene experiencia, y sobre todo sentido común, a los principiantes les recomiendo que presten atención antes de compartir información personal por ests medios…

    Saludos

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