La vida financiera de los artistas plásticos ha sido siempre una historia de dependencia. Durante la Edad Media, la realeza decidía sobre su trabajo, más tarde las Iglesias y luego la nobleza. En tiempos más cercanos, las galerías y las plataformas de crowdfunding se convirtieron en las nuevas cadenas de los pequeños artistas.
Sin embargo, de la mano de las nuevas tecnologías quizás exista la posibilidad de liberar este histórico calvario financiero de los pintores. El artista callejero francés PBOY, es uno de los primeros en llevar adelante este cambio.
Pascal Boyart atrajo la atención de todos cuando decidió poner en una de sus obras un código QR para financiarse a través de donaciones de Bitcoin que le hicieran quienes pasaran por la calle y admiraran su trabajo. El artista llegó a recibir más de mil dólares en donaciones de BTC.
La tecnología se transformó en una herramienta de liberación para PBoy y también en una parte central de sus piezas artísticas. En este sentido, el artista explora cómo las criptomonedas están desafiando el status quo y los monopolios, utilizando de inspiración estas temáticas para su creatividad.
Por este motivo, uno de sus más famosos murales muestra al famoso pintor Rembrandt, quien tuvo una vida marcada por los problemas económicos, revisando sus facturas impagas.
“Mi arte me cuesta muchos recursos en dinero y materiales, pero en vez de usar Ulule (plataforma de crowdfunding), prefería una solución que ofreciera una relación financiera directa con la gente.” afirma Pboy.